Nuestros cuerpos se parecen mucho a una receta compleja. Saltarse o acortar un solo ingrediente puede alterar drásticamente el resultado. Tu cuerpo no es diferente. Si estamos bajos o nos falta un “ingrediente” específico, no permitimos que sea lo mejor.
Ayudar al cuerpo a defenderse de las invasiones virales o bacterianas requiere un combustible y un entrenamiento óptimos. Me gustaría sugerir algunas formas de ayudarlo a combatir la avalancha de invasores virales.
Alimentos / Dieta
Lo que pones en tu cuerpo es esencialmente lo que obtienes. Asegúrese de abstenerse de consumir demasiados alimentos procesados y vuelva a consumir frutas y verduras crudas. Una dieta saludable es una excelente manera de fortalecer su sistema inmunológico.
Agua
Lo crea o no, ¡el agua es una excelente manera de mantener y estimular su sistema inmunológico! La cantidad adecuada de agua ayudará a evitar que las bacterias y los virus se acumulen en los senos nasales, la nariz o la boca.
Ejercicio
El ejercicio es una de esas cosas que a veces puede tener “demasiado de algo bueno”. El ejercicio bueno e intenso es una excelente manera de mantener fuertes el cuerpo y el sistema inmunológico. Pero, demasiado ejercicio cuando está enfermo o se siente agotado, debilitará su sistema inmunológico.
Dormir
Esto es muy importante. Si su cuerpo se ve privado de sueño, se debilitará y lo hará susceptible a enfermedades. Trate de no exponerse a la luz de un televisor, teléfono o computadora durante los períodos de descanso. Además, la mayoría de los estudios han demostrado que necesitamos entre 7 y 9 horas de sueño ininterrumpido.
Vitaminas / Suplementos
Estos son solo algunos consejos que pueden ayudarlo a mantenerse fuerte y saludable durante los períodos estresantes. Si puedo ser de alguna ayuda, hágamelo saber.
Hay al menos 3 vitaminas principales de las que querrá asegurarse de consumir lo suficiente. Se ha demostrado que las vitaminas C, B6 y E estimulan la función inmunológica. También le sugiero que considere la vitamina D y el zinc.
COMPONENTES SANGUÍNEOS
El sistema inmunológico incluye ciertos tipos de glóbulos blancos. También incluye sustancias químicas y proteínas en la sangre, como anticuerpos, proteínas del complemento e interferón. Algunos de estos atacan directamente sustancias extrañas en el cuerpo y otros trabajan juntos para ayudar a las células del sistema inmunológico.
Los linfocitos son un tipo de glóbulo blanco. Hay linfocitos de tipo B y T.
- Los linfocitos B se encuentran en células que producen anticuerpos. Los anticuerpos se adhieren a un antígeno específico y facilitan que las células inmunitarias destruyan el antígeno.
- Los linfocitos T atacan a los antígenos directamente y ayudan a controlar la respuesta inmunitaria. También liberan sustancias químicas, conocidas como citocinas, que controlan toda la respuesta inmunitaria.
A medida que los linfocitos se desarrollan, normalmente aprenden a diferenciar entre los tejidos de su propio cuerpo y las sustancias que normalmente no se encuentran en su cuerpo. Una vez que se forman las células B y las células T, algunas de esas células se multiplicarán y proporcionarán “memoria” para su sistema inmunológico. Esto permite que su sistema inmunológico responda de manera más rápida y eficiente la próxima vez que se exponga al mismo antígeno. En muchos casos, evitará que se enferme. Por ejemplo, una persona que ha tenido varicela o ha sido inmunizada contra la varicela es inmune a contraer varicela nuevamente.
